La NCG 541 de la CMF formaliza al sub-adquirente, habilita adquirencia transfronteriza y fija un plazo clave de inscripción. ¿Qué cambia para personas, comercios y plataformas?
Pagar Netflix, contratar software o comprar en tiendas globales con tarjeta chilena podría dejar de ser un vía crucis. Con la NCG 541 y la actualización del Capítulo III.J.2 del Banco Central, Chile empujaría un modelo donde los sub-adquirentes procesen pagos internacionales “como si fueran locales”, mejorando aprobación, costos y experiencia—siempre bajo reglas más claras y supervisadas.
Qué cambia (y por qué ahora)
Hasta hace poco, muchas plataformas procesaban fuera de Chile: el pago “rebotaba” o aplicaba recargos internacionales. La nueva norma abre la puerta a operar transfronterizo con medios locales (tarjetas chilenas, transferencias, cuotas), pero dentro del marco regulatorio nacional. El objetivo declarado sería más seguridad e interoperabilidad sin sacrificar competencia.
El rol del sub-adquirente, explicado simple
Piensa en el sub-adquirente como el puente tecnológico entre el comercio global y tu medio de pago local. No es el banco ni la marca de tarjeta: es quien conecta, enruta y hace cumplir reglas para que tu compra internacional “se comporte” como una compra doméstica. Con la NCG 541, esa figura queda formalizada y registrada.
“La decisión de la CMF reconoce el rol de la infraestructura tecnológica… Es una oportunidad para impulsar la competencia y ampliar la inclusión financiera sin perder de vista la confianza y la transparencia”, señala Carolina Samsing, Country Manager de dLocal.
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Plazo clave: 2 de diciembre
El 2 de diciembre fue el límite fijado por la CMF para que quienes quieran operar como sub-adquirentes se inscriban en el Registro de Operadores de Tarjetas. El registro apunta a dar trazabilidad, estándares y supervisión a un ecosistema que crece rápido.
Qué gana el consumidor (si todo marcha bien)
Pagos más seguros y con mayores tasas de aprobación, precios en pesos chilenos y menor fricción al suscribirte o comprar en apps y servicios globales. Además, la posibilidad de cuotas en comercios internacionales—algo muy valorado en Chile—podría consolidarse con infraestructura local.
Pymes y e-commerce: del costo a la oportunidad
Para las empresas, en especial pymes que quieren exportar digitalmente, procesar con sub-adquirencia local reduciría costos, mejoraría aprobación y simplificaría la contabilidad. Hoy, más de 580.000 comercios aceptan pagos digitales en Chile y muchos aspiran a vender fuera: esta capa regulatoria les daría puerta de salida más ordenada.
“La apertura a sub-adquirentes transfronterizos refuerza un ecosistema más conectado y competitivo”, destaca Mónica Vergara, VP Accounts de Kushki. “Es una oportunidad para fortalecer la infraestructura local de pagos”.
Un mercado más alineado con estándares globales
El Informe de Sistemas de Pago 2025 del Banco Central reporta 6.300 millones de operaciones electrónicas en el año y un +18% vs. 2024: la demanda está. La modernización regulatoria, si se implementa con equilibrio, podría hacer de Chile un polo regional de pagos digitales seguros, competitivos e inclusivos.
“Chile tiene hoy la oportunidad de consolidarse como líder regional… La clave es la colaboración público-privada bajo reglas claras”, agrega Samsing.
Dato curioso: En la jerga internacional, a los sub-adquirentes también se les conoce como PSP o Payment Facilitators: distintos nombres para un mismo papel—hacer que un pago llegue sano y salvo desde tu tarjeta local hasta un comercio global.

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