El SUV más emblemático de Kia actualizaría su imagen con un diseño más robusto, conectividad de alto nivel y una versión X-Line para quienes no se conforman con lo habitual.
El Kia Sportage es, para muchos, sinónimo de equilibrio. Espacioso sin ser exagerado, cómodo sin caer en lo básico, y con el look justo para destacar sin llamar demasiado la atención. Ahora, este clásico del segmento SUV regresaría a las vitrinas chilenas con una actualización —un facelift de su quinta generación— que buscaría afinar esa fórmula, apostando por más diseño, más tecnología y una pizca extra de actitud.
El rediseño incorporaría con mayor protagonismo el lenguaje Opposites United, ese concepto de diseño que Kia viene aplicando en toda su línea. En la práctica, eso se traduciría en líneas más geométricas, una postura visual más sólida y detalles que le dan al Sportage un aire más decidido. En el frontal, los nuevos faros verticales con el patrón de “mapa estelar” y la parrilla agrandada serían los elementos más reconocibles, mientras que en la parte trasera, los focos renovados y el parachoques de formas más marcadas terminarían de reforzar la nueva estética.
Un interior que apuntaría al confort y la conectividad
Por dentro, el Sportage mostraría quizás su mayor salto evolutivo. El nuevo habitáculo destacaría por un diseño más limpio, envolvente y con enfoque digital. Lo primero que llamaría la atención es una pantalla panorámica de 25 pulgadas, que integraría un clúster digital de 12,3” con una radio táctil del mismo tamaño, ofreciendo compatibilidad inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto.
Además, elementos como un volante de dos radios con el logo desplazado —sí, un detalle sutil pero distintivo— y la integración de luz ambiental (mood lamp) completarían una experiencia visual más sofisticada.
“Esta renovación no solo refuerza su atractivo estético, sino que también responde a las nuevas demandas de los conductores chilenos, que hoy valoran la conectividad, la seguridad avanzada y la capacidad de enfrentar diversos escenarios de conducción”, señaló Felipe Saitua, Gerente de Vehículos Medianos de Indumotora.
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X-Line: el Kia Sportage más audaz hasta ahora
Una de las grandes novedades sería la incorporación de la versión X-Line, que ofrecería un diseño exterior diferenciado con llantas negras aro 19”, detalles oscurecidos, barras de techo elevadas y un techo interior en tono negro. Todo pensado para un look más aventurero, sin sacrificar elegancia.
Dependiendo de la versión, el equipamiento podría incluir una larga lista de elementos como cámara 360°, sistema de sonido Harman/Kardon, climatizador dual digital, portalón trasero inteligente, seis airbags, sensores de proximidad en todos los ángulos y un completo paquete de asistencias a la conducción (ADAS).
La oferta mecánica abarcaría tres motorizaciones: una 2.0L gasolina de 154 HP, una 1.6 turbo gasolina de 178 HP, y una 2.0 turbo diésel de 183 HP. Según la versión, se podría optar por transmisión mecánica o automática, con tracción simple o AWD, además de modos de manejo y paddle shifters para una experiencia más dinámica.
Versiones y precios
El renovado Kia Sportage se ofrecería en siete versiones, con precios que partirían en los $24.990.000 y llegarían hasta los $38.990.000 en la variante X-Line diésel tope de línea. Todas incluirían un bono de financiamiento de $1.000.000, sumando valor a una propuesta ya atractiva por sí sola.
En resumen, este nuevo Sportage no vendría a reinventar la rueda, pero sí a darle una vuelta más afilada: más diseño, más funciones inteligentes y una presencia que, sin duda, no pasaría desapercibida.
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