La elección de un servicio informal puede salir caro. Un grabado de mala calidad no solo pone en riesgo la revisión técnica, sino también la seguridad del conductor.
A más de un mes del fin del plazo para cumplir con la Ley 21.601 —que exige el grabado de la patente en los vidrios del vehículo—, muchos conductores enfrentan consecuencias inesperadas por haber optado por servicios no certificados. Lo que parecía una alternativa rápida y económica puede derivar en vidrios dañados, multas y reparaciones costosas.
Lo barato puede salir muy caro
Según Manuel Aspe, CEO de Gravat, una de las principales empresas del rubro, las fallas más comunes van desde grabados ilegibles hasta microfracturas que comprometen la seguridad del vehículo.
“El daño no siempre se ve de inmediato. Con el tiempo, pueden aparecer fisuras, vibraciones extrañas y problemas que solo se resuelven reemplazando el vidrio completo”, advierte.
Métodos como el grabado por puntos —una técnica común en servicios informales— tienden a degradarse rápidamente, generando marcas borrosas que pueden llevar al rechazo en revisiones técnicas o a sanciones por incumplimiento.
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Efectos que van más allá de lo estético
Un grabado mal ejecutado puede distorsionar la visibilidad, activar sensores por error o generar puntos ciegos peligrosos. Incluso reparaciones mal hechas, como intentos de “pulido”, pueden dejar aureolas permanentes que interfieren con la conducción o son interpretadas como alteraciones del vidrio. Cuando eso ocurre, la única opción es el reemplazo completo, con un costo mucho mayor que el de un grabado profesional desde el inicio.
El rol clave de las concesionarias
Para Aspe, las concesionarias deben asumir un rol activo en la prevención: entregar autos con grabados certificados es parte de la experiencia postventa.
“No se trata solo de cumplir con la ley. Se trata de proteger la seguridad del conductor y la confianza del cliente. Si los grabados están mal hechos, la responsabilidad caerá directamente en la marca que entregó el vehículo”, advierte.
¿Qué debe exigir el cliente al momento de grabar?
Para quienes están por comprar un auto nuevo o necesitan regularizar el grabado, el consejo es claro:
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Exigir tecnología certificada,
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Solicitar respaldo técnico,
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Pedir garantías explícitas del servicio.
Evitar métodos abrasivos o grabados por puntos es fundamental, incluso si son más económicos. “Es una decisión que termina costando el doble cuando hay que corregir o reemplazar”, señala Aspe.
Una solución con trazabilidad completa
Gravat, empresa nacional validada por DICTUC, desarrolló una solución de grabado continuo con visibilidad permanente, trazabilidad digital y generación de certificados. La plataforma también permite monitorear el proceso y ofrecer soporte postventa, lo que lo convierte en una herramienta estratégica para concesionarias y clientes finales.
“Hoy no basta con grabar: hay que hacerlo bien. Nuestra tecnología fue diseñada para cumplir con los más altos estándares en seguridad, legibilidad y estética”, concluye Aspe.
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