Read Time:4 Minute

Jack está de vuelta. Konami trae de regreso uno de los títulos más icónicos de la historia del gaming: Metal Gear Solid 3: Snake Eater, ahora convertido en Metal Gear Solid Delta: Snake Eater, un remake que busca revivir la magia de 2004 con estándares de 2025.

Esta reversión es, ante todo, un tributo fiel y respetuoso a un juego que fue, en cierta medida, iconoclasta. Da la sensación de que el estudio no quiso inventar nada ni arriesgar demasiado: más bien buscó darle a quienes lo jugamos hace 20 años la oportunidad de volver a vivirlo, con una capa gráfica profundamente mejorada y una narrativa intacta.

Una historia que envejeció (y se ve) demasiado bien

Partamos por lo extraordinario: el cuidado con la historia original. Este es, sin dudas, el punto más alto del remake. No hay cambios en un relato ambientado en 1964, seguimos a Naked Snake en su misión de rescatar al científico soviético Sokolov, sabotear el Shagohod y enfrentarse a su mentora, The Boss, en un relato cargado de traición, lealtad y sacrificio en plena Guerra Fría.

También, es un juego que se ve increíble. Desarrollado en Unreal Engine 5, el título da vida a la jungla, los personajes y las cinemáticas con un nivel de detalle sorprendente, lo que hace que la riqueza de la historia se disfrute aún más. Las expresiones faciales (especialmente en el caso de Snake), la vegetación y la interacción con el entorno hacen que la historia se disfrute más que nunca.

Además, muchos diálogos, afiches y toques de humor fueron actualizados con guiños pensados para quienes éramos adolescentes en 2004 y hoy volvemos a jugarlo con más años encima.

Te puede interesar  Este reloj inteligente te dice si estás listo para la maratón (o si es mejor quedarte en la cama)

Ese cuidado absoluto a la historia y su estética solo refuerza lo que muchos pensamos: que MGS3 es uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos y que los encargados de este remake lo entendieron perfectamente.

Jugabilidad: ¿arriesgar o no arriesgar?

Se ha gastado muchísima tinta sobre este tema en los últimos días. En teoría, el corazón del remake está en revivir la experiencia clásica con un par de ajustes modernos, sin ir demasiado lejos para no comprometer la esencia de un juego. Pero, ¿esa mirada es necesariamente lo mejor?

El sigilo, corazón de la experiencia, cumple, pero no alcanza la sofisticación ni la variedad de opciones que hoy ofrecen otros títulos del género. El CQC (combate cuerpo a cuerpo) sigue siendo icónico y con mucha personalidad, aunque se percibe menos refinado que en propuestas modernas. La gran mejora está en las nuevas opciones de cámara, especialmente la vista en tercera persona, que aporta dinamismo y frescura a la exploración y a los enfrentamientos.

El resultado es un sistema que cumple, pero que a ratos parece “débil” frente a lo que podría haber sido con más ambición. Quienes jugaron MGS V: Phantom Pain (2015) o el olvidable MGS: Survive (2018) notarán que, en comparación, este remake se siente un ligero paso atrás en esta materia. Tal vez es la consecuencia de tanta expectativa de tantos años sin un nuevo Metal Gear…

Modernizaciones que sí funcionan

En Delta, el sistema de menús ahora incorpora atajos para cambiar de camuflaje, acceder al códec o gestionar el inventario. A esto se suman detalles que hacen más accesible la experiencia para un público actual: tutoriales integrados, pistas opcionales sobre cómo afrontar a los jefes y hasta un sistema de brújula que guía al jugador sin obligarlo a memorizar mapas laberínticos.

Te puede interesar  TRIBE de Benetton Perfumes: el primer perfume con una campaña 100% creada por IA llega a Chile

Estos ajustes convierten al remake en una versión más dinámica y menos pesada de manejar, aunque sin abandonar la exploración minuciosa del original. En definitiva, lo que se ofrece es exactamente lo que muchos esperaban: un Metal Gear clásico, pulido y adaptado a los tiempos actuales, que no pierde identidad pero sí gana en fluidez.

WRC (PS5): Una experiencia desafiante con margen de mejora

En síntesis…

Como ejercicio de preservación y homenaje, Metal Gear Solid Delta: Snake Eater es un juego excelente. Como lanzamiento pensado para sorprender con novedades y proyectar el futuro de la saga, puede sentirse un poco “fuera de tiempo”. Aun así, esta joya de los videojuegos sigue vigente después de 20 años, y este regreso lo confirma.

Lo mejor

  • Narrativa intacta, legendaria y emotiva.
  • Apartado gráfico y técnico en Unreal Engine 5.
  • Respeto y fidelidad a la obra original.
  • Guiños actualizados en humor y diálogos para fans veteranos.
  • Agilización de menús y códec.

Lo peor (si es que lo hubiese…)

  • Jugabilidad algo rígida frente a estándares actuales.
  • El sigilo se siente menos pulido que en títulos modernos.

Conclusión

Metal Gear Solid Delta: Snake Eater es un homenaje fiel a uno de los juegos más importantes de la historia. Como remake, es sobresaliente y lleno de respeto; como propuesta fresca, se queda corto. Para quienes lo jugamos en 2004, es un viaje cargado de nostalgia con gráficos renovados y algunos ajustes útiles. Para quienes lo descubren en 2025, sigue siendo una historia que brilla por sí sola, aunque con mecánicas que delatan su origen.

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Galaxy Watch8 acompaña el ritmo del running femenino en la Media Maratón de Santiago Previous post Galaxy Watch8 acompaña el ritmo del running femenino en la Media Maratón de Santiago
Next post ¿Dormiste ocho horas y sigues cansado? Los micro-despertares podrían ser los culpables
Ads Blocker Image Powered by Code Help Pro

¡Ayúdanos!

Los anuncios nos permiten mantener este proyecto vivo. Ayúdanos desactivando tu bloqueador de anuncios y danos una mano.

Powered By
Best Wordpress Adblock Detecting Plugin | CHP Adblock