El creador de Death Stranding 2: On the Beach, Hideo Kojima, habló sobre narrativa, diseño y las conexiones humanas en el mundo digital.
En una entrevista publicada en el Blog de PlayStation, Hideo Kojima —uno de los nombres más influyentes en la historia del gaming— habló en detalle sobre los desafíos creativos que enfrentó en Death Stranding 2: On the Beach, la esperada secuela de su juego lanzado originalmente en PS4.
Ahora, en su versión para PlayStation 5, Kojima explica que los cambios no se centraron solo en lo gráfico o técnico, sino en el diseño del juego y la narrativa. Al igual que en Metal Gear Solid, su filosofía sigue siendo construir mecánicas que moldeen el comportamiento del jugador. Pero esta vez, añade, hay más libertad para decidir cómo enfrentar los desafíos: combate, uso de vehículos o exploración son caminos abiertos.
Lou, Sam y una historia que se vuelve más íntima
Narrativamente, la secuela profundiza en la relación entre Sam y Lou, ese vínculo que ya se insinuaba como central en el primer título. Ahora, el foco está en explorar esa conexión de manera más íntima y significativa, ampliando lo emocional dentro de un entorno que ya de por sí mezcla lo poético con lo postapocalíptico.
“Me gusta”: más que un gesto digital
Una de las reflexiones más potentes de Kojima tiene que ver con los “likes” dentro del juego. A diferencia de otros títulos, donde los puntos o recompensas tienen un efecto concreto, en Death Stranding este gesto no suma poder ni dinero. Pero no es casual.
“Es una forma de agradecimiento. No tiene valor material, pero sí emocional”, señala Kojima.
Esta mecánica, que surgió como un experimento de empatía, se convirtió en una de las características más valoradas por la comunidad. Y su equipo tomó nota: en la secuela, la idea de fomentar conexiones humanas sin recompensa directa se mantiene y se expande.
El mapa también cuenta una historia
La elección del escenario en Death Stranding 2 no fue solo una decisión estética. Kojima explicó cómo la geografía y los conflictos simbólicos moldearon el diseño del mundo.
En esta entrega, se hace referencia a las tensiones entre la UCA y México, y se enfatiza el valor del consentimiento y la colaboración al conectar territorios. Para plasmar esto visualmente, eligieron Australia como inspiración geográfica: una masa de tierra entre océanos, aislada, pero con potencial de conexión.
Para conectar ese nuevo espacio con la narrativa original, el equipo creó un concepto ficticio: la “puerta de placa”, una solución que une geopolítica, ciencia ficción y diseño de mundos en una sola jugada.
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Conectados, ¿hasta qué punto?
Death Stranding 2 comenzó su desarrollo antes de la pandemia, pero el COVID-19 cambió el enfoque. El primer juego hablaba del aislamiento. Esta secuela, en cambio, explora lo opuesto: la hiperconexión.
“Comencé a reflexionar sobre los peligros de estar demasiado conectados”, dice Kojima.
En este contexto, la teoría del “palo y la cuerda” —una idea que atraviesa su obra— vuelve a tomar protagonismo: protegerse o vincularse, repeler o conectar, dos impulsos que el jugador tendrá que balancear constantemente.
¿Cuándo llega Death Stranding 2: On the Beach?
La fecha ya está marcada: 26 de junio en PS5. Las reservas están disponibles desde ahora en PlayStation Store. Quienes adquieran la Edición de Coleccionista o la Edición Digital Deluxe tendrán acceso anticipado de 48 horas, además de recompensas exclusivas.
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